JUBEY, Boca Chica (Licey.com).- La temporada pasada, Diory Hernández fue una de las gratas sorpresas al constituirse en uno de los pilares de la ofensiva de los Tigres del Licey tras llegar como invitado al campo de entrenamiento.
Su estación fue cortada abruptamente cuando el 13 de diciembre de 2014 fue golpeado por un pitcheo de Alexander Colomé, de los Leones del Escogido, que le produjo la fractura en la mano derecha.
En esta ocasión, recuperado por completo, dice presente desde el primer día de las prácticas listo para seguir aportando a la causa del glorioso equipo azul.
“Lo que pasó la temporada pasada ya se rebasó. Me reporté desde el primer día para estar preparado para el inicio”, dijo el antesalista quien lideró a los Tigres con un promedio de bateo de .307 en 2014-2015.
Vio acción en 43 partidos, pegó 50 imparables en163 veces al bate, incluyendo nueve dobles, un triple y tres cuadrangulares. Anotó 13 carreras y remolcó 18 para ser uno de los bateadores más productivos del club.
“Veo mucho talento joven y muchos veteranos. Se nota el ánimo y el entusiasmo y como dice el gerente general (Manny Acta) para ser campeón se comienza desde el primer día”, agrega el nativo de la ciudad de San Pedro de Macorís.
Luego de ser operado y pasar por un proceso de rehabilitación, Hernández pudo conseguir un contrato para jugar en la liga de verano de México.
“Era la única oferta que tenía, me fui en junio a la liga mexicana, duré algo más de un mes jugando por allá y gracias a Dios me fue bien”, dice.
Jugando para los equipos de Veracruz y Aguascalientes, bateó para promedio de .315 (127-40) con 16 anotadas, ocho dobles, un cuadrangular y nueve vueltas remolcadas en 36 partidos.
Por Alex Rodríguez
Licey.com