Un bestial cuadrangular del norteamericano Alonzo Perry en el quinto inning, con tres hombres en espera de remolque, dio ayer en la mañana el campeonato profesional 1951 de la República Dominicana a los Tigres del Licey. El score terminó 4×3 a favor de los tigres.
Desde muy temprano, con una mañana húmeda y bajo un cielo plomizo, que amenazaba lluvia se dieron cita en el campo de la normal Presidente Trujillo, millares de fanáticos, plenos de entusiasmo para presenciar el gran choque entre leones del Escogido y tigres del Licey, ganadores respectivos de la primera y segunda vuelta del campeonato, Licey sólo necesitaba un triunfo para proclamarse campeón y lo obtuvo. ¡Pero qué gran triunfo!
Las hostilidades se iniciaron cuando el norteamericano Louis Payer cantó el clásico play ball. Velázquez apareció en la lomita por los tigres y Makukin Félix, el valioso novato romanense fue el primer bateador del juego. Murió con relativa facilidad, por la fórmula 6-3. Luego, Gallego Muñoz, roleteó por segunda para el segundo out my Brown terminó la entrada con rolling a la tercera,
Roy Partlow, el espejuelado norteamericano de los leones comenzó en la lomita por ese club. Abrió Grillito Báez con fly al left. Colón fue out de short a primera. Renfroe ligo tubey, el primer hit del juego. Perry recibió transferencia, pero con dos en bases, terminó Cáceres el inning ponchándose.
Fue en el segundo cuando se rompió el hielo. Los leones tomaron la delantera con dos carreras al abrir Pepe Lucas para el primer out, rolling a tercera. Scarpatte ligó hit. Estrella cañoneó doblete, pasando Scarpatte a tercera. Patlow base por bolas, Yullmin tubey y anotaron dos vueltas. Daniels base por bolas y se congestionaron los sacos. Makukin ligó rolling por tercera para forzar a Partlow en el home, Gallego cerró el inning con fly al center.
Otra más marcaron los leones en el quinto con doblete de Brown y luego sencillo de Scarpatte.
El jonrón de Perry, Victoria del Licey
El sábado Alonzo Perry dio el triunfo al Licey con un homer. Ayer repitió la hazaña, pero en condiciones más dramáticas. A la altura del quinto inning las acciones favorecían a los leones 3×0.
Comenzó Partlow dando base por bolas a Lantigua., También a Velázquez. Con hombres en primera y segunda le pasó, dos bolas a Báez. De inmediato, el alto comando escogidista le aplicó la grúa y envió en su lugar a Enrique Reinoso.
Este completó el pasaje gratis a Báez para congestionar los sacos. Colón, el siguiente bateador, murió en línea al left pero los tres azules embasados no pudieron avanzar. Renfroe apuró ponche. Luego apareció en el home la imponente figura de Su Majestad Alonzo Perry.
El público se silenció automáticamente ante el momento crucial, impresionante, que constituía la presencia de Alonzo Perry, con los sacos llenos y su club en desventaja, Reinoso lo miró fijamente, ¡quién sabe qué pensaría!
La expectación fue mayor y aumentó aún más cuando éste recibió la visita de todos sus compañeros del cuadro quienes le hacían indicaciones para con sus lanzamientos hacia Su Majestad. Se despejó el box y quedó un solo hombre: Reinoso. Este se balanceó, subió los brazos, los bajó y envió la blanca esféride hacia el hogar, Perry, con su estilo peculiar de bajarse para batear, movió el bate, se estiró un poco hacia atrás y conectó sólidamente.
Fue un linietazo contundente por el left. Makukín Félix persiguió la pelota, que desde el impacto, el momento mismo del chocar, tomó el sello de cuadrangular.
El novato romanense hizo un esfuerzo desesperado hasta el punto de saltar apoyado sobre la verja para tratar de capturar la pelota que pasó zumbando sobre su cabeza y sobre la verja. ¡Jonrón! Y delante de Perry anotaban sus tres compañeros.
Este venía caminando en el recorrido de las bases hasta pisar el pentágono ante una de las ovaciones más estruendosas que se hayan visto en el territorio dominicano para un pelotero. Fue algo sensacional Perry acabada de dar el triunfo, desde ese momento al Licey y también el campeonato.
De lo demás ya no hay que hablar. Ese momento solamente constituyó el juego. Perry volvió a escribir otra página de oro en el libro grande de nuestro béisbol. Y Licey ha conquistado un nuevo campeonato: ¡1951!
Velázquez trabajó bien desde ese momento. Pero en el noveno tuvo un momento difícil. Los leones amenazaron y seriamente. Brigsong fue enviado de emergente por Daniels y murió de rolling al short. Makukín Félix ligó “hit”. Gallego Muñoz recibió pasaje gratis. Brown metió fly a lo profundo que capturó Pepe Lucas, con dos outs, recibió base por bolas. Se llenaron las bases con Vicente Scarpatte al bate. )
Ya Velásquez había salido del box, dando paso a Sugar Cain desde que apareció Brown al bate). Cain se creció. Ponchó espectacularmente a Scarpatte y luego, ante una algarabía atronadora, la fanaticada se tiró al terreno para festejar el gran triunfo, cargando en hombros a sus ídolos, pero sobre todo a Alonzo Perry, el gigante que dio el campeonato al Licey.
Lideres al bate
Líder absoluto; Alonzo Perry. El Gigante de Ébano de los Tigres. Su jonrón escribió la página más emocionante de nuestro béisbol profesional este año. Sólo conectó un hit. Su cuadrangular para dar el campeonato a su club y aumentar el record que estableció de batear de hit en treintitrés juegos consecutivos.
Elías Frías facturó un doble y dos sencillos, Manolete Cáceres, tres imparable, Alcibíades Colón, un single, Othello Renfroe un doble y un sencillo y Enrique Lantigua un single. Por el bando del Escogido
Por Félix A. Acosta Núñez,
Jefe de Información Deportiva de La Nación
Septiembre 23, 1951