Está llamada a ser muy beneficiosa para la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) la alianza estratégica entre los Tigres del Licey, de la pelota invernal dominicana, con los Titanes del Distrito, quienes mejorarán considerablemente en todo el sentido de la palabra. Pero igual, entiendo que la unión no deja de ser un reto para ambas partes.
Parece que finalmente se está dando la simbiosis que se planteó hace un par de años cuando surgió la nueva LNB, que originalmente se concibió con las franquicias del béisbol invernal siendo parte fundamental en la administración de las organizaciones de baloncesto.
Todos sabemos que financieramente los clubes de la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom) son más poderosos y mueven más recursos que los del baloncesto.
Esta última unión hará más competitivo el torneo de la LNB y será como una bocanada de aire fresco para un conjunto que en la temporada pasada se quedó fuera de la clasificación. Se le inyecta una conocida mística ganadora y trae consigo lo que debe ser una avalancha de público, propia del equipo profesional más popular en el país: el Licey. A ver ahora si estos dos años en que tardó darse la unión afectó o no la identidad que pudiesen tener los seguidores de la novena felina con su franquicia apéndice en baloncesto.
Aunque parezca una sencillez, pero para mí muy importante debido al escaso apoyo de seguidores en el torneo anterior que tuvieron los Titanes, traigo esta variable a colación porque hace poco quedé sorprendido cuando algunos amigos liceístas me confesaron que seguirán con su apoyo a los Leones de Santo Domingo, organización de mismo capital que los Leones del Escogido en la pelota invernal, porque, primero, estos ya ganaron un campeonato y, segundo, porque ofrecen un gran espectáculo al público.
Ahí uno de los retos más desafiantes para los Titanes, que desde ya, entiendo, deben comenzar a explotar esa gran ventaja que supone pertenecer a la familia de los 20 veces campeones de la Lidom y tratar de marcar la diferencia haciendo cosas originales a favor su afición. Sin embargo, estoy seguro que con todas las personas capaces que hay detrás de esto, pasarán la prueba.
Por Satosky Terrero