El material que presentan los cuatro conjuntos reunidos en el round robin garantiza una fiera contienda por ubicarse en la final del premio invernal 2011-2012.
Esta versión del todos contra todos se proyecta como una de la de mayor respaldo popular por marcar el retorno de Aguilas Cibaeñas y Tigres de Licey, eliminados en la edición anterior, y sin duda las dos franquicias que gozan de más elevado índice de simpatías en el territorio dominicano y entre los criollos que han cruzado mares y océanos, pero mantienen el interés por el curso que transita el béisbol de su país.
A la participación de Aguilas y Licey se suman los Leones del Escogido, escuadra que con rebase espectacular se ubicó en el mismo escalón que sus archirrivales y cohabitantes del Estadio Quisqueya.
Los melenudos, con rostro nuevo desde el 2009, han logrado rescatar a una feligresía que estuvo distante por un historial de fracasos que se extendió durante 18 años. Ahora sus seguidores creen en el conjunto, le siguen con pasión y eso ha elevado la presencia del color rojo en los asientos de los diferentes estadios.
Los Gigantes del Cibao, el mejor equipo que nunca se ha coronado, entra por sexta vez al hilo al round robin, la cadena vigente más larga, después de un inicio de tortuga en medio del camino aligeró el paso para terminar con los bríos del animal que simboliza su mascota, el trote veloz de un corcel.
Aguilas y Licey se proyectan como los equipos que en enero próximo sobrevivirán el corte para reeditar una rivalidad que ha sido brutal en este siglo.
Los mejorados Leones con el mariscal Oberkfell, quien jamás ha sucumbido en suelo dominicano (Luis Pujols se hizo cargo en la semifinal pasada) poseen piezas que podrían conducirle a la tierra prometida.
Mientras que los Gigantes necesitarán que sus abridores compitan en la primera mitad de los juegos para aumentar sus propósitos de volver a la final.
DATOS.- La ausencia de Wilin Rosario por los últimos 14 juegos del RR será sensible para las Aguilas. No es fácil sustituir al líder remolcador de un circuito, pero Edwin Encarnación, el nuevo importado Brandon Moss y Héctor Luna, en baja este año, tendrán que dar el paso al frente…Ramón Ortiz se opondrá a Jordan Norberto en el primer choque entre los eternos rivales de la pelota local…Las Aguilas barrieron en la premiación de los “Dominicanos Primero y así se espera que ocurra en los galardones oficiales de la Liga Dominicana. Félix Fermín, Wilin Rosario, Shane Youman y Joaquín Arias no deben tener problemas para ganar…
Héctor de la Cruz realizó un buen trabajo al conducir a los Gigantes a la clasificación mismo que Ken Oberkfell con el Escogido, pero eso no le da suficientes méritos a ellos para derrotar a Fermín, quien preparó sul equipo desde los entrenamientos…El caso de Ricardo Nanita será tratado hoy por el Consejo Directivo de la Liga Dominicana de Béisbol. Entendemos que es imposible que juegue en el torneo y que lo único que podría hacerse es colocarlo en el mercado del Caribe o que su equipo le pague lo que dejaría de ganar en el RR.
Por cierto que está duro eso de informar por teléfono cuales serán los jugadores de un equipo que no estarán disponibles en el sorteo de conjuntos descartados sin importar que la eliminación se produzca en un juego extra a las 3:00 de la madrugada. Debe quedar en los reglamentos del draft que eso se haga por fax o correo electrónico para evitar que la culpa de unos sea atribuída a otros, pues “así es muy difícil”, señores…
Un familiar de Wilson Betemit confrontó problemas y es posible que el toletero de los Gigantes se pierda la primera ronda de juegos…Licey tenrá cuatro nacidos en Cuba en su roster: Francisley Bueno, Juan Miranda, Donell Linares y Leugim Barroso…José Constanza y Alejandro de Aza podrían ser bateadores abridores de Tigres y Leones, ambos fueron seleccionados procedente de los Toros…El pitcheo abridor de los Gigantes se muestra como el menos fuerte, pero el club tiene ofensiva respetable…Otra perdida sensible será la de Starling Marte para el Escogido. El sensacional jugador sólo va hasta el viernes.
Por Rolando Guante