Primer gran conflicto!

Primer gran conflicto!



El primer gran conflicto de nuestro béisbol organizado se produjo en el campeonato de 1923.

El Escogido, campeón de 1922, habían tomado la delantera con tres juegos en el torneo, pero como todo era de mala fe en aquella época, lo que ellos habían tramado para que fuera contra el Licey, les obligó a retirarse y desbaratar el evento.

El Escogido sugirió para Presidente del Jurado a don Abad Henríquez, persona que a todas luces fue siempre un caballero deportista, pero quien era a la vez Administrador y propietario del Estadio “La Primavera”.

La mala fé de los directivos Rojos  en ese caso, -conste que estas son declaraciones de uno de ellos- consistía en que al ser don Abad, Administrador del Estadio, contaban con que cualquier decisión que tomara si era perjudicial al Escogido sería anulada mediante una amenaza de retirarse del torneo y confiaban que el interés económico prevalecería sobre el espíritu de justicia.

Lo que se previó sucedió, pero en forma distinta a como pensaron los Rojos. El Licey protestó un juego en el cual el umpire cantó un balk a lanzador Mero, Pindú Miranda, que era el chief umpire, fue llamado a declarar por el jurado y después de las investigaciones de lugar, éste anuló el partido que había perdido el Licey, quitándole así uno de ventaja a los Leones.

Estos, encabezados por Pilando Bonetti y el Curro, ni cortos, ni perezosos se “rajaron” y decidieron no continuar el torneo a menos que el jurado no cambiara su decisión, lo cual éste no hizo.

Un artículo escrito por Enrique Alfau en el periódico “Listín Diario”, agresivo para el jurado y especialmente para don Abad, trajo como consecuencia un incidente personal entre él y Luis Alfau, entonces mánager del Escogido.

El líder de los bateadores recayó en la figura del liceísta Caquín Rossis, quien terminó con average de .345. Otro que bateó por arriba de la marca de los 300 fue el Gamo Tetelo Vargas, quien disparó para 309 puntos.

En todo el campeonato sólo se dieron dos jonrones y fueron facturados por dos jugadores puertorriqueños, Pepe Santana (M) y el Juey Torréns (L).

Al respecto de los lanzadores, Pedro Alejandro San (E) y Mero Ureña (L) realizaron las mejores jornadas, al obtener ambos 7 victorias con 2 derrotas. Mero resultó el único en propinar dos nueve ceros.

De ese modo se acabó el torneo de 1923, sin que hubiera vencedores ni vencidos, ya que ninguno de los dos clubes volvió al terreno.

Los Tigres batallaron en el evento con el siguiente roster:

LICEY  
Miguel Antonio García (Nonito) C.
Luis Ernesto –Burrulote- Rodríguez C, OF
Baldomero -Mero- Ureña P.
Miguel Pinales (Turco Prieto) P.
Néstico Sánchez eP, OF
Cocolo P.
Jumbo P.
Luis Pimentel P.
Mateo de la Rosa 1B
Alvaro Camarena 2B
Fernando Lluberes (El Pato) 3B
Francisco –Ninín- Rodríguez SS, 3B, OF
Benito ´-Juey- Torréns (Boricua) SS, 3B
Carlos Conrado Rossis (Caquín) OF.
Ernesto –Loco- Lambertus OF.
Fico OF.
Luis Castillo Manager
José A. Sabino Asistente
Charles A. Dore Asistente

 

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