Por: DiMaggio Abreu
SANTO DOMINGO (Licey.com).- Personajes del mundo del deporte, en especial del béisbol y hasta extraño a este, como el artista universal Juan Luis Guerra, se dieron cita a expresar sus condolencias por la otrora estrella del béisbol de Grandes Ligas y los Tigres del Licey, Octavio (Tony) Fernández.
Figuras como el estadounidense Jesse Barfield, George Bell, Juan Guzmán y Alfredo Griffin, compañeros de Fernández con los Azulejos de Toronto en Grandes Ligas; Mariano Duncan, Rafael “Prenda Linda”, Julio De Paula (que como Bell y Guzmán formaron parte del Licey, lo mismo que Pablo Neftalí Cruz tiempo antes) y otros como Domingo Martínez, visitaron la Funeraria Blandino de la Abraham Lincoln.
Fue el recinto donde es velado Fernández desde horas de la mañana del martes 25 de febrero, hasta el medio día del miércoles para ser trasladado a recibir cristiana sepultura en su natal San Pedro de Macorís. Tony falleció en un hospital de Cleveland, Estados Unidos, hace una semana y la noche del lunes su féretro arribó a Santo Domingo.
Juan Luis Guerra y su esposa Nora, vecinos de Fernández en el Distrito Nacional y coterráneo de SPM; el ministro de Deportes y Recreación Danilo Díaz, el otrora ocupante de dicho cargo Felipe Payano y la señora embajadora de Canadá Shauna Hemingway, hicieron lo propio alrededor del medio día.
Todos coincidieron en funeraria con el presidente del Club Atlético Licey, doctor Domingo E. Pichardo Peña y su esposa doña Joselyn Baba de Pichardo; así como el gerente general de los Tigres Junior Noboa, quienes expresaron en persona su pesar a la hoy viuda doña Clara de Fernández, a sus hijos Jhonathan, Abraham, Andrés y Jazmine Fernández.
Palabras del Pichardo
Durante su estancia en dicho recinto, el presidente del Licey expresó su valoración de quien fuera en vida el ganador de cuatro guantes de oro en las Grandes Ligas y del título de bateo de la Liga Dominicana en la temporada 1985-86.
“Hoy es un día muy negro y triste para la familia del Licey y para toda la familia del béisbol a nivel mundial”, expresó Pichardo Peña.
“Tony fue un gran jugador del béisbol, una gran figura y un gran ser humano. Dedicó toda su vida al béisbol y luego de que se retiró dedicó su vida a Dios, llegando a alcanzar un nivel que posiblemente muchos nunca logremos”, rvaloró.
Agregó que el fenecido exjugador fue un gran pastor, que dirigió una iglesia en los Estados Unidos durante mucho tiempo; fue mentor de muchos equipos en las Grandes Ligas, igual que en la Liga Dominicana con el Licey.
Recordó que en su retiro, además de ser un instructor de defensa y bateo y asesor de Operaciones de Béisbol y la junta directiva del club, también fungió como comentarista en la cadena del Licey, hasta que su enfermedad no se lo permitió.
“Tony (Fernández) fue una persona que nunca será sustituida”, remató el presidente, que además de su esposa, estuvo acompañado por el director de Comunicaciones del Licey Ildefonso Ureña y de Relaciones Públicas Cynthia Morillo.
Jesse Barfield y la Embajadora
“Tony fue extraordinario”, lo definió Jesse Barfield, otrora jardinero y compañero de Fernández, Alfredo Griffin, Dámaso García (representado por su esposa Haydee Benoit de García y su hijo el comunicador Damasito García) George Bell y Juan Guzmán con los Azulejos de Toronto, quien vino al país (por segunda vez), a despedir a su también gran amigo.
Expresó que Fernández trascendió en el béisbol, pero que fuera del terreno también fue ser extraordinario, un gran ser humano.
Aseguró que muchas veces, cuando miraba su celular lo primero que veía era un mensaje de su Tony, que tenían un gran acercamiento “y por eso estoy aquí”. En esos momentos sus ojos se humedecieron por la emoción.
La embajadora de Canadá Shauna Hemingway, también se expresó de manera elogiosa del fenecido exjugador.
Aseguró que a su llegada al país, después de entregar sus cartas credenciales al presidente Danilo Medina, al día siguiente recibió en sus oficinas la visita de Tony Fernández.
“Era alguien que desde la edad de 7 u 8 años yo era aficionada a Tony Fernández; desde muy pequeña vi todos sus partidos y me marcó en vida, no solo por su manera de jugar la pelota, sino por su disposición tan humilde que siempre daba mucho a todos”, afirmó la diplomática.
Acotó que su manera de jugar siempre fue humilde, pensando más en su equipo que en sí mismo; que tenía una gran familia que ahora resalta en su legado y que abarcaba la vida de muchos.