VALENCIA,Venezuela.- El partido de esta noche será vital, más que cualquiera de los juegos de la final que se han disputado ya. Hoy se decidirá si hay campeón o si, por el contrario, deberá disputarse un séptimo y último compromiso para definir las cosas.
Cardenales de Lara mandará a la loma a un brazo que les ha resultado bastante efectivo, sobre todo ante el Magallanes y en el José Bernardo Pérez: Máximo Nelson, quien en dos salidas frente a la nave (round robin y final) acumula 10 entradas de labor y solo ha permitido dos rayitas, adjudicándose par de victorias; sin embargo, no se fía de ello.
“Tengo que ir con más cuidado porque ellos (los bateadores del Magallanes) ahora saben qué pitcheos tiro”, afirmó el derecho dominicano. “Ellos se están ajustando a mí, pero yo también me estoy ajustando a ellos”, advirtió.
“En Valencia me siento como en casa, porque mis otras salidas han sido allá, así que voy a tratar de hacer el mismo trabajo”, dijo el lanzador, que en días previos acusó al Magallanes de tenerle miedo por haber puesto bajo protesta el juego en el que hizo su debut en la LVBP. “Pienso que ellos me tienen miedo todavía, pero yo solo voy a seguir haciendo mi trabajo para volver a ganar”, bromeó al respecto.
En la nave aseguran que nadie le teme a nadie. “Lo que dice Nelson forma parte de una campaña para desconcentrar a nuestros jugadores”, dijo el mánager turco, Luis Sojo. “Eso se verá en el terreno. Menos mal y yo no tengo un bate”, bromeó.
Sojo le dará la responsabilidad de abrir a Gustavo Chacín, uno de sus mejores lanzadores durante el todos contra todos.
En su apertura previa ante los pájaros rojos, en el segundo juego de la serie, el zurdo cargó con la derrota al tolerar tres carreras en 4.2 episodios, pero esa ha sido la única derrota de Chacín frente a los Cardenales este año. Sus números acumulados durante toda la temporada (ronda regular, round robin y final) son bastante buenos: foja de 0-1, 2.11 de efectividad, apenas un boleto y 17 ponches propinados en 21.1 entradas de labor, repartidas en cuatro presentaciones.
Quizás esta noche nadie tenga miedo, pero es seguro que la tensión dirá presente en ambas cuevas.
Por Leonardo Mendoza