La despedida a un gran caballero del micrófono

Juan-Nova-Ramírez

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Durante su recorrido de tres cuartos de siglo con los pies sobre la tierra, el profesor Juan Nova Ramírez sumó amistades, multiplicó afectos y repartió conocimientos.

Poseedor de una de las voces mejor timbradas de la locución nacional, Nova Ramírez alcanzó la suprema igualdad al caer la tarde del pasado martes cuando salía de un proceso operatorio en un centro clínico de la ciudad.

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El Profesor, como le llamaba el país, ejerció su profesión por cinco décadas y a la par realizó el trabajo que más satisfacción le brindaba, la enseñanza y formación de nuevos valores en la Escuela Nacional de Locución Otto Rivera.

Por la capilla Las Orquídeas del Jardín Memorial desfilaron muchas de las más notables figuras de la locución dominicana que rindieron tributo al conspícuo locutor de baja estatura física, pero inmensamente alto como profesional del micrófono, que sin estridencias supo sentar cátedras en todos los escenarios y cabinas que compartió.

Nativo de Villa Francisca en el Distrito Nacional, Nova Ramírez jamás irguió su pecho ante las alabanzas y reconocimientos por una labor que entendía era un compromiso con los suyos cuando desempeñó importantes funciones en noticiarios en el convulsionado período del llamado “Gobierno de los 12 años” que encabezara Joaquín Balaguer.

El mejor halago para este grande hombre era cuando uno de sus alumnos le recordaba -compartiendo en un trabajo- las enseñanzas y consejos recibidos en la vieja escuela de la calle El Conde.

Nova Ramírez nunca ponía obstáculos cuando se le enviaba un muchacho de escasos recursos para que le concediera una beca. Muchos pudimos confirmar eso.

Su participación como locutor comercial en las transmisiones de béisbol, baloncesto y boxeo era razón obligada para detenerse a escucharlo, y un anuncio salido de su voz garantizaba éxito al producto de la ocasión.

El profesor era intransigente con la puntualidad y por eso llegaba una hora o dos horas antes a las transmisiones de Grandes Ligas en CDN, uno de sus últimos trabajos. Para él era una obligación tomarse el café a las 5:00 de la tarde en las oficinas de los Tigres de Licey durante el torneo de pelota otoño-invernal.

Profesor

Slugger, así nos saludábamos en cada fecha en la que los azules jugaban como locales en la pelota otoño-invernal.

Nova Ramírez será despedido hoy, pero dejará un gran legado: responsabilidad, profesionalidad y humildad.

Por Rolando Guante

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