Juan Soto, el inesperado astro joven de Nacionales
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Por Howard Fendrich
Associated Press
WEST PALM BEACH, Florida, EE.UU. — Parece que Juan Soto tiene zapatos muy grandes que llenar en la alineación de los Nacionales tras la partida de Bryce Harper.
Pero el dominicano no es del tipo de personas que se preocupan por esas altas responsabilidades. La campaña anterior, quedó segundo en la votación para el Novato del Año de la Liga Nacional, de manera sorpresiva y apenas a los 19 años.
Y todos coinciden en que muestra una actitud relajada y una gran confianza en sí mismo.
La necesitará, porque bien podría quedar como tercer bate de Washington, con la responsabilidad de que funcione el ataque. Todos los que rodean a Soto piensan que está listo para aceptar cualquier desafío que le plantee su segundo año en las mayores.
“No podría estar más listo a los 20 años”, indicó el jueves el cerrador de los Nacionales, Sean Doolittle, antes del encuentro del jueves, en el que Soto conectó un jonrón por segundo duelo consecutivo en la pretemporada. “Tiene una actitud muy madura, por la forma en que se prepara. Le encanta hacer todo el trabajo cuando no está en los juegos. Siempre está en la jaula o en la sala de pesas. Es discreto y tranquilo por naturaleza. No busca los reflectores”.
Pese a su juventud, Soto habla como todo un veterano. Se refiere al «proceso” de la pretemporada durante su primera experiencia en los campamentos de primavera.
Aunque resulte difícil de creer, comenzó la campaña anterior muy abajo en la clase A. Se ha ido preparando “paso a paso, cada día”, para la temporada regular.
Cuando se le preguntó si puede mejorar lo que mostró el año pasado, Soto cruzó los brazos y respondió: “Mi actitud con eso es simplemente la misma”.
Los Nacionales quisieran que su desempeño se mantuviera.
Soto debutó en mayo, después de disputar ocho juegos en la Doble-A. Bateó para .292 con 22 jonrones, 25 dobles y 70 remolcadas en apenas 116 juegos.
Recibió 79 boletos, para un porcentaje de embasado de .406. Su slugging fue de .517. Y sus tres juegos con más de un jonrón fueron la mayor cifra para un adolescente en la historia de las Grandes Ligas.
“No veo diferencia sobre el lugar en el que estaba el año pasado y el que ocupa en éste. Si yo tuviera que decir cualquier cosa, diría que tal vez luce más confiado, sabe que éste es su lugar”, comentó el manager Dave Martínez. “Y esa sensación es buena”.
Nadie está muy preocupado por el bateo de Soto. Pero necesita trabajar en la defensa y el corrido de bases.
Martínez lo sabe. También Soto, quien aprendió de manera improvisada a jugar en el jardín izquierdo en Washington, hace un año. Había disputado sólo siete encuentros ahí en las menores, donde jugó más a menudo en el bosque derecho o el central.
Cada mañana en Florida, Soto realiza trabajo adicional con el guante.
“Fue casi injusto que lo pusiéramos en el jardín izquierdo, pero fue por necesidad”, reconoció el gerente general Mike Rizzo. “Lo que él nos ha mostrado en muchas formas distintas es su madurez mental y las características incipientes de una superestrella. Y él no está satisfecho”.
Lo que más llama la atención sobre Soto es su disciplina en el plato, que comenzó a cultivar con un coach de bateo en las menores.
“Él no hace el swing a menos que sea un strike. Es impresionante, difícil de hacer en el máximo nivel cuando eres un adolescente”, dijo el campocorto de Washington, Trea Turner.