Por DiMaggio Abreu P
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SANTO DOMINGO (Licey.com).- Tres largos meses ha necesitado Jomar Reyes para recuperar un estado que le permita su retorno a juego. Él ingresó en abril a la lista de incapacitados por una lesión en su mano derecha.
Cuando disputó su último partido el 28 de abril con Frederick (Baltimore), de la Liga de Carolina, Clase A Avanzada, el prospecto tercera base de Santo Domingo había jugado en 21 y promedio de .321 (78-25), con un jonrón, seis dobles, 10 remolques y 13 anotadas.
La selección número uno del Licey en 2015 ha recibido el Ok de probarse en juego, para lo cual fue enviado a los Orioles de la Liga del Golfo (Novatos), donde rápidamente ha mostrado que está por encima de ese circuito.
Ha bateado imparables en sus primeros cinco partidos de rehabilitación. Batea para .500, por sus 10 imparables en 20 turnos, un doble, cuatro remolques y cinco anotaciones.
En la jornada de su retorno, el 27 de julio, bateó de 5-3, un doble, par de impulsadas e igual de anotadas ante los chicos de Minnesota. En su tercera presentación volvió a fletar tres incogibles (4-3), que fue la mitad de los hits que su equipo consiguió ante los GCL Rays.
El martes 1 de agosto disputó doble cotejo contra los muchachos de los Reds Sox. En el primero se fue de 1-1, impulsó una vuelta con sacrificio y caminó por pelotazo. En el partido de cierre, como bateador designado, ligó de 5-2, con impulsada y anotada.
El problema en su mano derecha parece ya recurrente.
Cuando el Licey se instaló en el Estadio Quisqueya un par de días antes de iniciar la temporada invernal de 2016-17, le inquirimos a Jomar si había alguna razón por su inferior promedio de bateo de .228 (106 hits en 464 turnos en 126 partidos) en 2016 con Frederick.
“Me pasé la mayor parte de la temporada con dolor y no podía apretar bien el bate”, concedió, mientras mostraba su mano. “Pero ya me siente bien”, acotó el antesalista, entonces con 19 años. No puso pasar el último corte.
Ahora con 20 años (20 de febrero de 1997), el bateador derecho de 6’3” de estatura y 220 libras fue la apuesta felina en el Sorteo de Novatos de la LiDom en 2015.
Para ese draft, el Licey escogía de segundo, detrás del Escogido. Operaciones de Béisbol de los Tigres trazó su plan en base a dos prospectos de la esquina caliente.
“Tomaremos el que nos deje el Escogido”, confesó el entonces gerente general a los periodistas de Licey.com.
El conjunto escarlata hizo de Rafael Devers el primer pick de dicho sorteo, el súper prospecto que recién debutó con los Medias Rojas de Boston.
Al parecer, los problemas en una mano han frisado el avance de Reyes, que en cualquier momento podría retornar al punto de partida de 2016 en las Ligas Menores de los Orioles: Frederick, de la Liga de Carolina.
