Jiménez aprendió a pitchear de nuevo

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GOODYEAR,Arizona– A Ubaldo Jiménez se le olvidó lanzar, se le olvidó qué hacer cuando estaba sobre el montículo y tenía la pelota en la mano.
Los dos últimos años para el pitcher dominicano han sido un viacrucis para él, debido a esa amnesia que sufrió y que lo llevó a fracasar de forma estrepitosa, luego de deslumbrar entre el 2008 y el 2010, con los Rockies de Colorado.
 
Ahora cuando va a su segunda campaña completa con los Indios de Cleveland, equipo que lo adquirió en un cambio el 30 de julio de 2011, Jiménez asegura haber recobrar la lucidez.
 
«No hay palabras para describir lo fuerte que ha sido para mí volver a ser el pitcher que fui en el 2010, porque después de la lesión del 2011 — primero en la ingle y luego en el pulgar derecho — todo cambió para mí, todo ha sido bastante difícil», dijo el lanzador, quien agregó:

«Ahora mismo cada vez que voy a pitchear solo pienso en sacar outs, en tirar strike, y eso es algo que no lo pude hacer en los dos últimos años, porque llegaba al spring training pensando en «qué voy a hacer con mi mecánica, no siento mi mecánica, tengo la bola en la mano y no sé qué hacer con ella». Así que todo es diferente ahora mismo, porque cada vez que estoy en la lomita solo trato de hacer outs».
 
El recobrar la confianza para enrumbar nuevamente su carrera ha sido un proceso duro para Jiménez, toda vez que inconscientemente creó resistencias que lo hacían retroceder.
 
 
Los resultados dentro del terreno de juego también le hicieron la situación más difícil, porque no hubo equipos que perdonaran sus dudas sobre la lomita, acerca de sus condiciones y de lo que tenía que hacer con cada uno de los bateadores a los que enfrentaba.

«También la cosa dura de la pelota tuvo que ver, porque si ya normal no es fácil sacar outs, imagínate estar pensando en la mecánica, en qué dijo este coach, en qué dijo este otro, qué tengo que hacer eso. Por eso es bastante difícil y por eso es que este juego es mental», expresó el pitcher de 29 años de edad, quien completó:

«Ahora mismo lo que estoy tratando es de olvidarme del pasado, tal vez aprender de mis errores, pero mentalmente solo me preparo, me digo sube a la lomita y saca outs, piensa en tirar strike y en hacer buenos pitcheos. Después del juego se verán los resultados».
 
En medio de ese karma que sufrió Jiménez, entre 2011 y 2012, hubo, obviamente, muchas interrogantes y suposiciones acerca de sus condiciones y, desde luego, de por qué los Indios todavía confiaban en un lanzador que, según como mostraban los resultados, era fiasco.
 
El dominicano, quien hoy sonríe sin reservas, estuvo siempre al tanto de todos esos cuestionamientos y, quizás por ello, le fue imposible no sentirse como un fracasado, como una persona que había defraudado la confianza de muchos.
 
«El fracaso es parte de nosotros, los humanos, porque cuando tenemos fracasos eso nos llega a la mente y es ahí cuando hay que tener la mente cien por ciento fuerte y coger las cosas positivas y olvidar las negativas, pero eso no es fácil», dijo Jiménez, quien reconoce la deuda que tiene pendiente con la organización de Cleveland y sus fanáticos.

«Eso — el fallarle a los Indios — es lo que ha sido lo más difícil para mí, porque ellos me trajeron para que ayudara y guiara a la rotación y no lo he podido hacer. Pero es algo que espero hacer este año, me siento al cien por ciento saludable y mentalmente ready para guiar a la rotación».
 
Seguro de que ya despertó de esa funesta pesadilla, en la que se sumergió en los dos últimos años, Jiménez se pasea confiado, erguido, con la frente en alto y sonriendo, por el complejo primaveral de los Indios, en Goodyear, Arizona.
 
La refrescada actitud del dominicano lo lleva a pensar en estos momentos que ahora, para esta campaña del 2013 — la última del contrato que lo ata a la organización de Cleveland — si tendrá en su sitio las herramientas — brazo y mente — que se le perdieron en el camino durante su viacrucis.
 
«Veo la zona del cátcher grandísima, en los años anteriores se me hacía difícil tirar strike. Ahora no importa quién esté bateando, porque confío en mí, en que puedo atacar la zona de strike. Mi motivación es ayudar al equipo a ganar sin pensar en la agencia libre», expresó Jiménez, quien desde que llegó a los Indios tiene 13 victorias y 21 derrotas — 17 de ellas en el 2012 — con 5.32 de efectividad.
 
Para competir en su división durante esta temporada los Indios necesitan que el dominicano ejecute en cada una de sus salidas ese plan y esas consistencias que profesa haber recobrado.
 
El manager del equipo, Terry Francona, no ve motivos ni razones para pensar que los avances que ha mostrado Jiménez y que soportan sus declaraciones, de haber retomado el ritmo que lo hizo ganador de 19 juegos, en el 2010, son un espejismo.
 
«Él ha trabajado bastante fuerte y nos ha demostrado que está en buenas condiciones y que puede volver a ser ese pitcher ganador que todos esperan que sea. El talento está ahí y él ha tomado consciencia de eso. Nosotros confiamos en él ara que nos ayude a ganar», dijo Francona.
 
Por Billy Russo
 

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