Inició el proceso para convertir la Serie del Caribe en un torneo de países

Juan Puello

Por Ignacio Serrano

ElEmergente.com

El proceso para convertir a la Serie del Caribe en un torneo de países, ya no de equipos, y su eventual expansión en América Latina y otros continentes, comenzó este miércoles en Miami, con la apertura de la primera Convención Anual de la Confederación de Beisbol del Caribe.

Las novenas que hacen vida en los circuitos de Venezuela, República Dominicana, México y Puerto Rico se encontraron en Miami, para una cita de dos días. Allí, Juan Francisco Puello Herrera, comisionado de  la región, admitió que es cierto lo publicado en El Emergente hace semanas: el formato del torneo volverá a variar.

“La idea de esta convención era presentar a las ligas y a sus clubes afilados los lineamientos para una reconversión de la Serie del Caribe, a los fines de mirar hacia el futuro”, declaró Puello al periodista Alexander Mendoza, jefe de prensa de la LVBP. “Vamos a pisar algunos intereses. Si queremos que esto funcione como debe funcionar, hay que sacrificarse”.

Carlos Miguel Oropeza, gerente general de los Cardenales de Lara, aclara que los cambios no empezarán en el torneo de 2019, que tendrá como sede Barquisimeto.

«No está previsto que sea así», nos respondió. Pero admitió que en agenda está el encuentro con representantes del beisbol asiático, pensando en una eventual expansión de la cita regional.

Es muy probable que la contienda larense sea la última que se dispute bajo el esquema actual, con cinco elencos disputando una ronda eliminatoria todos contra todos, para realizar después semifinales y final.

Puello adelantó en Guadalajara, hace seis meses, que está ganado a la idea de incluir nuevos países en el Clásico de Febrero, y la Confederación del Caribe contrató una empresa de estudio de Opinión Pública y Mercadeo que durante semanas encuestó a más de 5.000 dirigentes, analistas y aficionados. La fecha crucial parece ser 2020.

“Tenemos que buscar la forma de unificar los calendarios de las ligas”, dijo Puello en Miami. “La Serie del Caribe no puede seguir terminando un 8 de febrero, por muchas razones, entre ellas la necesidad de algunos jugadores de reportarse a los entrenamientos de primavera de MLB».

«También está el Súper Bowl (de la NFL), que es competencia nuestra a nivel de TV», añadió el ejecutivo. «Tenemos que hacer un producto rentable y que sea atractivo para cada una de las ligas de invierno. Tenemos que tratar por todos los medios, en la medida en que vayamos avanzando con estas ideas, de proyectar una Confederación del Caribe que sea más potable a los fines de comercializarla, porque se trata de que sea productiva. La muerte de la capacidad de asombro es la rutina”.

Entre las opciones está sumar nuevos invitados del área, como ocurre con Cuba desde 2010. Panamá, Nicaragua y Colombia están en espera. Y ha reflotado la posibilidad de traer a la cita a dos elencos del beisbol asiático, convidando escuadras de Japón, Corea del Sur o Taiwán.

En los nuevos formatos estudiados está la disputa de dos grupos eliminatorios en una o dos sedes, con o sin la presencia de naciones fuera del área, elevando a seis o incluso ocho el total de competidores.

Casi todas las propuestas evaluadas incluyen la disputa de una final entre dos equipos, pero varían las formas de llegar a ese último día, según documentos a los que tuvimos acceso, que abordan el futuro de la cita nacida en 1949 por idea de los venezolanos Pablo Morales y Oscar Prieto Ortiz.

Un primer acuerdo para incluir al campeón de Panamá, al que se llegó hace un año, no se ha concretado todavía con la participación de los istmeños.

El mexicano Alberto López Andere, director del estudio que es presentado a los participantes de la Convención Anual, habla de convertir la justa en un encuentro de selecciones nacionales.

«Falta generar una identidad más de país, para poder vender a la Serie del Caribe como competencia de países y no de clubes, desde el punto de vista del mercadeo y para conectar más emotivamente al aficionado», sostuvo el analista. «También se debe democratizar el acceso a la información de los juegos, por ejemplo historia y estadísticas».

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