Fallece el expelotero Luis Rodríguez Olmo, El Jíbaro

SAN JUAN, Puerto Rico  (Licey.com).- El expelotero Luis Rodríguez Olmo, de 97 años, segundo jugador puertorriqueño en las Grandes Ligas y primero en jugar una Serie Mundial, falleció este viernes a los 97 años, informaron fuentes familiares.
El periodista Normando Valentín reportó el deceso de Olmo hoy en la mañana luego que la hija de este, Lucy Olmo, le notificara del deceso de su padre, quien llevaba varios años encamado junto a su esposa ambos afectados por el Alzheimer.
“Con la desaparición de Luis, termina hoy una gran y brillante historia de esa era en el deporte puertorriqueño”, expresó el exconductor de deportes de WAPA, Rafael ‘Rafa’ Bracero.
Rodríguez Olmo, gloria del deporte en Puerto Rico, padecía desde hace unos días una pulmonía doble y sufría desde hace varios años de Alzheimer, al igual que su esposa Tita.
«Murió a eso de las 9:00 de la mañana», dijo Valentín, quien labora en varios programas de noticia en Wapa, en radio y es columnista de Primera Hora.
Recientemente algunos de sus familiares solicitaron ayuda económica para asistirle.
“Mi abuelo jugó en una época dorada del béisbol, llena de honor y orgullo, pero, sin embargo, en una época en que los salarios eran muy pobres comparados con los de hoy día y, además, él no recibe pensión de las Grandes Ligas. Solo depende de su Seguro Social y de una donación anual de 4,000 dólares que recibe desde hace dos años por su tiempo de jugador”, explicó entonces uno de sus hijos.
La familia buscó ayuda a través de una cuenta en “Go fund me”, una página dedicada a recaudar fondos de personas anónimas.
“Ver a Olmo en el jardín izquierdo, a Clemente en el derecho y a Willy Mays en el central fue grandísimo. Yo ví el futuro que era Clemente, el pasado que era Olmo y la inmortalidad y grandeza de Mays en aquel jardín. Sencillamente increíble”, agregó  ‘Rafa’ Bracero.
Rodríguez Olmo, reconocido siempre por su don de gente y su compromiso con ayudar a la niñez y la juventud, fue el segundo boricua en jugar en las Grandes Ligas. Fue el primer jugador de posición ya que el primer isleño en las Mayores lo fue el lanzador Hiram Bithorn.
«Estamos hablando del Pelotero de América», expresó el historiador Jorge Colón-Delgado, explicando que Rodríguez Olmo se ganó ese mote porque jugó en alto nivel en las ligas de Puerto Rico, Cuba, México, República Dominicana y Venezuela, aparte de sus seis temporadas en las Grandes Ligas con los Dodgers de Brooklyn y los Bravos de Boston. «En Cuba decían que él era el mejor jugador que había pasado por ese país en su tiempo».
En su carrera en las Mayores, Rodríguez Olmo bateó .281 con 29 jonrones y 272 RBI. Fue compañero de Jackie Robinson, el primer jugador de la raza negra en jugar en las Grandes Ligas. Y fue también el primer latino en conectar un jonrón en una Serie Mundial.
En Venezuela en 1948 la Triple Corona, premio que obtiene el jugador con el mejor promedio de bateo, más jonrones y más carreras impulsadas en una temporada.
Un año más tarde, el 6 de octubre 1949, Olmo se convirtió en el primer latino en disputar un partido de una Serie Mundial y lograr las primeras gestas ofensivas de la etapa de campeonato de las Grandes Ligas.
La gesta de Olmo, miembro entonces de los ya desaparecidos Dodgers de Brooklyn frente a los Yanquis de Nueva York, se logró cuando en el segundo partido reemplazó en la parte baja de la cuarta entrada a Marvin Rackley en el bosque izquierdo.
En su primer turno, logró la hazaña de conectar el primer imparable por un latino frente al relevista derecho Vic Raschi.
Los Dodgers ganaron el partido 1-0, igualando la serie 1-1.
Sin embargo, en el tercer partido en el Ebbets Fields de Nueva York, Olmo logró la gran hazaña de pegar el primer cuadrangular por un pelotero latino en una Serie Mundial, cuando atizó el primer lanzamiento del relevista Joe Page en la novena entrada.
El boricua fue escogido como “Jugador Más Valioso” de la Liga en la temporada 1942-43, cuando jugó para Santurce-Caguas. Además, ganó el campeonato de la campaña 1949-50como dirigente de los Criollos de Caguas-Guayama. Por sus ejecutorias, fue declarado “Jugador de la década” de los 40.
En 1946, el también llamado “el jíbaro” (campesino) fue suspendido de las Grandes Ligas por firmar por un equipo de México, el primer país latinoamericano donde jugó a lo largo de su carrera profesional.
Luego pasó a Cuba, donde jugó para Santiago y, cuando el equipo se retiró del torneo, se incorporó a la franquicia de La Habana. Fue tal su aportación que la crónica deportiva cubana lo escogió “Jugador Más Valioso”.
Al siguiente año, jugó en Venezuela, con el Pastora de Zulia, donde terminó como líder en cuadrangulares, inatrapables y carreras empujadas y anotadas. En 1949, volvió a jugar en el país sudamericano, antes de ser reinstalado en las Grandes Ligas en el verano de ese año.
Olmo formó parte también en la temporada invernal puertorriqueña de 1954-55 de “La maquinaria perfecta”, equipo de los Cangrejeros de Santurce integrado además por Willie Mays, Roberto Clemente, Rubén “EL Divino Loco” Gómez, Bob Thurman, entre otros
Fue líder de bateo con Tigres del Licey en la temporada de 1952, luego de conectar 65 hits en 189 turnos para promedio de .344, completando la trilogía de los Tanques de 1953.
El campeonato de 1953, segundo ganado por el Licey, se caracterizó por una recia e impresionante ofensiva del equipo. Las posiciones 3, 4 y 5 en la alineación del Licey  estaban ocupadas por Bert Haas (3b), Alonzo Perry (1b) y Luis Rodríguez Olmo (CF), gran astro borícu.
 Su bateo de conjunto fué tan explosivo que la prensa y los fanáticos de la época bautizaron al trío como «Los Tanques». Los narradores deportivos de la radio de entonces acostumbraban a decir :»Ahí vienen Los Tanques», cada vez que al trío le tocaba batear.
En conjunto batearon 191 hits, 34 dobles, 10 triples, 16 jonrones, anotaron 99 carreras y empujaron 120, incluyendo 53 de Alonzo Perry, record nacional aún vigente a pesar de haber transcurrido más de 4 décadas. Para redondearlo todo y como quien no quiere las cosas, se robaron 20 bases.
En la Liga Dominicana jugó para los Tigres del Licey (52 y 53) y con las Águilas Cibaeñas (54) bateando  para .299 (539-161), con 66 carreras, 127 sencillos, 22 dobles, tres triples, nueve jonrones, 72 remolcadas y 19 ponches.
Jugó en las Series Finales de 1952 y 1953 ambas contra las Águilas Cibaeñas, ganado la ultima.
Rodríguez Olmo es un inmortal del béisbol boricua, miembro del Salón de la Fama del Deporte de Puerto Rico así como del Salón de la Fama del Béisbol del Caribe.

 

 

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