Evolución defensiva

Shift

El béisbol ha cambiado en varios aspectos. Sin embargo, al igual que en varias áreas de la vida, existen personas renuentes a asimilar y aceptar esas variaciones.

En la actualidad, los equipos de Grandes Ligas ponen notable importancia a la defensa y al corrido de bases a la hora de evaluar a un jugador. Analizar o debatir sobre un pelotero en base a su promedio de bateo, o remolcadas, es un trabajo incompleto porque usted estará obviando detalles sobre donde proviene realmente su valor.

Así como la evaluación de jugadores ha cambiado en las mayores, la defensa también ha evolucionado. Por años hemos escuchado y visto la famosa “formación Boudreau”, en la cual se mueve a la mayoría de los defensores hacia la derecha de la almohadilla de segunda y se deja al antesalista (y al left) a la izquierda de esa base aunque alejado de su posición normal.

El alinear a los “fildeadores” no es algo nuevo, los reportes de scouts siempre han hecho su trabajo, pero hoy en día se hace de manera más completa, fundamentada, extrema y con intención de jugar más inteligente. Estamos hablando de los “Cambios defensivos” o “Defensive Shifts”, que son una de las estrategias utilizadas por varios equipos para tener éxito en el presente.

¿Todavía no capta que es el “Shift defensivo? ¿Usted recuerda haber visto, en los juegos de los Medias Rojas de Boston, al segunda base contrario jugándole bien atrás (casi llegando al right field) a David Ortíz y el lado izquierdo prácticamente vacío? De eso estamos hablando.

Para poder aplicar un buen sistema de Shifts defensivos es necesario tener un departamento de analítica que pueda acumular información sobre hacia donde los bateadores conectan con mayor frecuencia. Es decir, por donde fue bateado el mayor porcentaje de sus rodados y elevados.

El cambio defensivo puede ser contra bateadores zurdos o derechos; también depende del pitcher que tengas en el montículo; de las tendencias del bateador e incluso el mismo lanzador puede ubicar a sus defensores si va a trabajar a un bateador con uno de sus pitcheos en una zona donde sabe puede provocar un tipo de contacto hacia un sitio específico.

Una muestra del auge que está teniendo esta práctica fue la publicación de Baseball Info Solutions sobre la cantidad de shifts realizados en las últimas cuatro temporadas: 2,465 en el 2010; 2,358 en el 2011; 4,577 en el 2012 y 8,134 en el 2013.

Ese incremento entre el 2012 y 2013 no es fortuito. Varios equipos de MLB se han dado cuenta que ya no es funcional jugar la defensa de manera tradicional, porque aplicar shifts defensivos ayuda a la prevención de carreras y, por lógica, provoca una disminución en los promedios de bateos colectivos, ya que infielders colocados de manera correcta pueden robar una buena cantidad de hits.

Una de las gratas historias del 2013 fue el desempeño de los Piratas de Pittsburgh. Usted dirá que esa clasificación se debió al gran trabajo de su pitcheo, a la gran temporada de Andrew McCutchen, a los valiosos aportes de Starling Marte, el 30-100 (famoso y venerado por muchos) de Pedro Álvarez, etc.

Pero si usted no le da mención a la EXCELENTE (pareció que grité ahí) defensa que jugaron los Bucaneros, usted está cometiendo un grave error.

La campaña pasada, Pittsburgh fue el equipo que más Shifts defensivos aplicó y los resultados están ahí: 68 carreras defensivas salvadas (2do en LN); .715 en Eficiencia Defensiva (3ro en LN) y 559 jugadas fuera de la zona fildeo (3ro en LN).

Esa majestuosa defensa, sin dudas, se reflejó de forma positiva en el desempeño de sus lanzadores, quienes provocaron la mayor cantidad de rodados en la Liga Nacional con 52.5%. Haga usted el cálculo: staff ponchador + muchos rodados + buen posicionamiento + buenos fildeadores= muchos outs, poca gente en circulación, pocas carreras permitidas.

Otros combinados como Tampa, Oakland y Baltimore ejecutan en alta cantidad los shifts defensivos y ustedes han sido testigos de las buenas temporadas que han tenido. Joe Maddon, en conjunto con la gerencia de Tampa y la disposición de sus jugadores, ha hecho una maestría al mover a los jugadores para sacar el mayor provecho.

Hemos visto a los Rays hacer ajustes defensivos extremos y colocación de jugadores de forma drástica, pero eso se debe a un profundo departamento de analistas que, de seguro, lleva las tendencias de los bateadores y sugiere que hacer en cada caso.

Posicionar a tus peloteros en base a la información que posees sobre donde un jugador batea con mayor frecuencia es ventajoso e inteligente, pero necesitas la ayuda de otro elemento: el lanzador.

El grupo de pitchers debe tener la habilidad de comandar sus lanzamientos en el área correcta para que el shift pueda ser exitoso.

Sin embargo, muchos lanzadores no asimilan esta tendencia defensiva. En el 2013, recuerdo haber leído unas declaraciones de Mike Matheny, manager de San Luis, en las que decía que había disminuido el uso de los Shifts defensivos porque sus lanzadores no estaban de acuerdo con ese concepto.

Matheny resaltaba que era una pérdida de tiempo para los Cardenales aplicar cambios defensivos si los pitchers no se sentían cómodos.

Según un tweet colocado en la cuenta del equipo, siendo San Luis una organización acorde con la mentalidad moderna del béisbol, sus ejecutivos están implementando “Shifts” en ligas menores y convenciendo a sus lanzadores para hacer un trabajo paralelo de “hombres creyentes en el concepto y un aumento del mismo en Grandes Ligas”.

Aunque algunos dentro de la industria todavía no se convencen de esta evolución defensiva, el práctica sigue creciendo y, cada día que pasa, logra nuevos adeptos.

Así mismo debería de pasar con fanáticos, periodistas y cualquier seguidor de esta amada disciplina: vamos a atrevernos a conocer lo nuevo; a dedicar un poco de nuestro tiempo para investigar, empaparnos y, principalmente, aprender sobre los cambios que está viviendo nuestro béisbol.

Por Daniel Rufenacht
@druf1

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