SANTO DOMINGO,-El jueves Santo Domingo amaneció nublado, lloviznó en la mañana y en algunos minutos de la tarde también. Si bien el clima imperante nunca fue una amenaza para suspender el partido de ese día en el estadio Quisqueya, es del todo sabido que una simple llovizna aleja a los aficionados del estadio. Pero ese día no se cumplió del todo esa añeja teoría.
Eso, por una razón obvia: jugaban los Tigres del Licey contra las Águilas Cibaeñas, los dos equipos que mueven la mayor cantidad de fanáticos en la pelota de invierno.
La asistencia al viejo parque del Ensanche La Fe no fue la acostumbrada para un juego de este par de ganadores, pero sí se trató de una buena presencia de capitaleños (y no capitaleños).
Fue como una especie de cierre que presagia todas las emociones que vienen a continuación y que reviven después de haber desfallecido en las dos anteriores campañas, gracias a la recordada ausencia en el Round Robin, primero de los cibaeños (2009-10) y después la de ambos (2010-11).
“El ambiente es muy diferente cuando jugamos contra las Águilas, el estadio siempre está full y la adrenalina fluye de una manera increíble por nuestros cuerpos”, dice Anderson Hernández, infield liceísta que ha librado grandes batallas frente a los cibaeños. “Eso motiva más al pelotero y por eso uno da el extra cuando se ve contra ese equipo, es una rivalidad que se siente desde que usted se acerca al estadio”, señala.
Los dos pesos pesados del invierno dominicano finalmente están de vuelta y no hay un mejor ganador que los propios fanáticos.
“Es lo que todos esperaban”, dijo Otoniel Alcántara, un aguilucho que veía con júbilo cómo sus Aguilas derrotaban a los Tigres ese día. “Es lo mejor que le puede pasar a este torneo, dos equipos que hacen temblar a esta pelota”.
Reunión de tres
Pero esta vez Licey y Águilas, ambos con 20 coronas, no estarán solos en el Round Robin. Los Leones del Escogido dejaron lo mejor para el final y ya han sellado su palpitación en los playoffs.
Esa reunión no se veía desde la estación de 2005-06, la última vez que Licey, Águilas y Leones se vieron las caras en un “Todos contra Todos”. “Es importante que el Escogido se haya metido, eso le conviene a la pelota en sentido general”, apuntó el jugador aguilucho Edwin Encarnación. “Eso le pone más sazón al Round Robin, que sé que será uno bien intenso y bien competitivo por la presencia de los Leones, que están jugando tremendo béisbol”. Nadie sabe quién pasará a la final, pero lo que todos saben es que el gozo, con Águilas y Licey, está garantizado.
Alberto Castillo
coach del Licey
“Nunca he sentido tanta adrenalina correr por mi cuerpo como cuando jugábamos contra el Licey”, dice el ex aguilucho. “Para esos juegos tenía una rutina diferente, me ejercitaba para esos partidos, porque era un compromiso con el país, con los fanáticos y con la familia”.
Juan Francisco
Licey
En apenas meses, el tercera base del Licey ya ha sentido los rigores de la guerra en cuestión. “No había estado en un equipo que tenga una rivalidad tan fuerte con otro en toda mi carrera. Pienso que es igual a la que tienen Yankees y Boston en las Grandes Ligas”, comenta.
Por Satosky Terrero
El Caribe