Emilio Bonifacio da las claves para mantener sus condiciones de juego

SANTO DOMINGO (Licey.com).- Trabajo, disciplina y preparación, junto a un adecuado programa de entrenamientos, ha sido la fórmula que durante los últimos cinco años ha mantenido a Emilio Bonifacio listo para jugar desde que se canta play ball en la liga dominicana de béisbol.

Y aunque reconoce que ha perdido velocidad ahora recorre las bases «mejor» que antes.

«Todo empieza con una buena alimentación y el conocimiento de tu cuerpo. La empresa que me prepara te hace un programa de acuerdo a lo que necesites. En mi caso es mantener la explosividad de la velocidad. Se hacen pesas y se corre o viceversa. Todos los ejercicios van en base a lo que les dijiste que querías. Es un programa bien elaborado que incluye descanso, carga y descarga. Me deja en unas condiciones que cuando llego a Santo Domingo puedo jugar al día siguiente», dice el capitán de los campeones nacionales y del caribe, Tigres del Licey al ser entrevistado para la página de YouTube del equipo desde su residencia en la ciudad de Miami.

Atribuyó a la disciplina y preparación el que a pesar de haber bajado la velocidad se mantiene corriendo de manera resaltable.

«La gente confunde la velocidad con el saber correr las bases que es la facultad que tengo, el cómo se pisan las bases, el ángulo que tomas, si puedes llegar a la tercera», añade Bonifacio.

Siente que ha bajado la velocidad -no como mucha gente lo pensaría-, pero que conoce su cuerpo mejor, trabaja en lo que necesita y aconseja a los jóvenes no esperar llegar a la etapa donde su cuerpo no pueda reaccionar.

«La mayoría de los triples que doy son fáciles, no hay tiros ni jugadas cerradas. Ese tipo de batazo se hacen desde el home. El mejor coach eres tu mismo ya que estás viendo la pelota, al coach y la distancia que falta», agregó.

Mencionó tres aspectos que a su parecer fueron claves para el campeonato nacional logrado en la temporada 2022-23: El compromiso, dejar a un lado el ego y el amor a la fanaticada que ya se lo merecía.

Añadió que le gusta «predicar con el ejemplo» y por eso viajó con el club durante el tiempo que estuvo en la lista de lesionados ya que de esa manera puede tener la capacidad de exigir a un joven que llegue temprano o que corra duro.

Tuvo palabras de elogio para Mel Rojas Jr., Jorge Bonifacio y Yeison Asencio quienes, a pesar de tener las condiciones de estar en la alineación, no se molestaron al tener que salir de la banca y se mantenían animando a la vez que servían de ejemplo para los novatos.

«Mel viene de una familia de béisbol, tiene mucha disciplina y es super profesional, cuando juega se entrega, no cambia su rutina y al final recibió su recompensa», dijo con relación al jardinero que comenzó en el banco y terminó conectando el hit que remolcó la carrera decisiva para ganar el título.

También resaltó la labor del coach de control de calidad Gilbert Gómez, quien fue de mucha ayuda para el manager José Offerman al ser el encargado de estar al tanto de todos los detalles concernientes al equipo.

«Como líder tomo las sugerencias de los muchachos, les doy forma y espero el momento. La experiencia me dice cuando se puede hacer una cosa y cuando no. De todas maneras, como capitán asumo la responsabilidad cuando algo sale mal», declara el veterano.

Pidió paciencia a los fanáticos que algunas veces quieren que los atienda en medio de un partido, pero explica que tiene que estar atento y concentrado en el juego como por ejemplo para descubrir los tiempos que está utilizando el lanzador de turno y compartir la información con sus compañeros.

«En el juego no tengo amigos, solo los que dicen Tigres del Licey al frente, pero he tratado de no faltar al respeto. Si un pitcher perrea lo anotó no para agredirlo después, sino para que sirva de motivación», dijo al pedirle su reacción con relación al premio al Jugador Más Caballeroso que recibió en el torneo pasado elegido por jugadores de otros equipos.

Citó varias veces a Fernando Ravelo -de quien dice ha aprendido mucho- incluyendo el haber dicho que la liga dominicana no hace millonario a nadie, que es para trabajar en las cosas que luego se van a poner en práctica en los Estados Unidos.

«Las negociaciones de la agencia libre fueron fáciles, siempre lo han sido conmigo. Soy liceista y lo que dijo lo mantengo. Dije que no me ponía otro uniforme que no fuera el del Licey. En el fondo no me mueve lo económico, amo y disfruto del juego, no juego gratis y no desprecio el dinero, pero no es lo que me mueve», agregó Bonifacio.

Dijo que siempre estuvo al tanto de que Domingo Leyba -adquirido desde las Estrellas Orientales- quería jugar con el Licey y que ahora que se ha dado la oportunidad es recibido como uno más de la casa.

 

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