El Sol se fue de vacaciones

 EstadioJoséRamónCepero
 
CIEGO DE ÁVILA, Cuba.— Muy parecido al Macondo de los Buendía, ideado por el escritor colombiano Gabriel García Márquez en su célebre novela Cien Años de Soledad, en esta ciudad del centro del país solo cesó de llover entrada la tarde del jueves.
 
 
Ante tal panorama, Industriales y Ciego de Ávila permanecieron en stand by, sin la más mínima posibilidad de entrenar, aunque todavía quedan opciones para efectuar hoy, en horario nocturno, el tercer juego de la Gran Final del béisbol cubano.
 
Desde que llegamos a esta provincia un océano ha caído del cielo y antes —tres días, según los propios avileños— la lluvia tampoco amainó, por lo que no esperamos un José Ramón Cepero en óptimas condiciones, por muy grande que sea el empeño de los trabajadores del estadio.
 
Abrir ahora un debate sobre a quién beneficia el virtual retraso se antoja absurdo, pues la demora es la misma para ambas novenas. «Lo que es parejo no es ventaja», me confesaron casi al unísono jugadores de los dos conjuntos.
 
La lluvia, según el experimentado entrenador azul, Pedro Medina y el mentor de los Tigres, Roger Machado, es un elemento de la naturaleza y no cambiará la mentalidad de ninguno de los peloteros involucrados, quienes deben salir con las mismas ganas al terreno, ya sea hoy, mañana o el domingo.
 
«Permite descansar y tal vez algún hombre en forma pueda perder un poco el ritmo, pero no creo que suceda», acotó el otrora estelar receptor azul.
 
Por el momento, no han trascendido cambios con respecto a los abridores, Frank Montieth por Industriales y Vladimir García por los locales, aunque se especula la posibilidad de que Lázaro Vargas se incline finalmente por su as, Odrisamer Despaigne, atendiendo a la desventaja de 0-2.
 
Ya lo dije, si un equipo posee las armas suficientes para pasar por encima del favoritismo de los Azules, ese es Ciego de Ávila, pero resulta imprescindible añadir que, tal vez, solo los Leones tengan la capacidad para reponerse del mazazo que suponen dos derrotas como local en el parque Latinoamericano. Industriales tratará de salir del bache, pues en los dos primeros pleitos conectaron seis jits en 28 turnos, con solo una impulsada.
 
Delante tienen a una escuadra avileña embalada hacia la corona como nunca antes, amparada en el magnífico rendimiento individual de sus figuras y en el funcionamiento casi perfecto de todos los renglones.
 
«Con Pinar del Río era nuestra primera final y estábamos algo presionados, pero este año nos preparamos y tenemos una forma óptima para obtener dos victorias», señaló el camarero de los Tigres Mayito Vega.
 
Así hablan los protagonistas, quienes aguardan ansiosos por la aparición del Sol. Ojalá mañana podamos comentar de pelota y no sobre el parte del tiempo.

Por Aliet Arzola Lima



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