Por Alexandro Rodríguez Escarraman
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SANTO DOMINGO (Licey.com).- Su nombre delata las raíces de su padre. Su tez no le deja negar su descendencia materna. Y su preferencia por el béisbol no hace más que reconfirmar su dominicanidad.
Es Marco Baccelli quien debutó con los Tigres del Licey en el juego final de la vuelta regular y llegó a conectar su primer hit al chocar la pelota contra la pared del jardín izquierdo.
«Fue una experiencia increíble. Los compañeros me dijeron que me preparara que el lanzador seguramente venía con recta por lo que aproveché, me lleve de los consejos y fui a conectar la bola con contundencia», dijo a Juan Nova Jr. para LiceyTV.
El receptor, hijo de un italiano y una dominicana, ha jugado como profesional por alrededor de 14 años en las ligas de Europa, sobre todo en Italia, con los equipos Rimini, Dragons, Athletic y Bologna.
«Nunca firmé para el béisbol organizado en los Estados Unidos. Estuve con los Dodgers en 2005 y 2006 para el tiempo que el equipo fue vendido. Luego de invitaron a los entrenamientos en 2006 y 2007 con Washington y Baltimore, pero no hubo una firma así que volvía a Europa a cumplir con mi contrato asegurado», agrega.
Baccelli fue seleccionado por las Estrellas Orientales en el draft suplementario del 2017 y fue parte del equipo que se coronó campeón en la temporada pasada. Luego quedó como agente libre, se comunicó con Luis Urueta quien lo invitó a unirse al Licey. Estuvo en la liga paralela y por su desempeño se ganó el chance de ser parte de los Tigres lo cual asume con gran orgullo.
«Mi sueño es jugar en los Estados Unidos, pero si no se da volvemos al béisbol europeo al cual le agradezco mucho. Es una bendición vestir este uniforme azul», añade.
Pero lo más importante es el mensaje que el veterano de 33 años tiene para los jóvenes del mundo del béisbol.
«Es algo por lo que hablo día a día con los jóvenes. Le doy gracias a Dios por la fortaleza y les digo que nunca es tarde. Nunca te canses, mantente firme, si caíste levántate, si vuelves a caer vuelve a levantarte y si caíste una tercera vez, levántate de nuevo. Si Dios tiene un plan para ti se va a cumplir.
Hay que permanecer con fe y dedicación. De noche no duermo, sueño. Si no es hoy, entonces mañana será. Hay que practicar el esfuerzo y la disciplina para ver las bendiciones que Dios te tiene», dice convencido.
