Por DiMaggio Abreu Peralta
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SANTO DOMINGO (Licey.com).- En el equipo de la Liga Paralela de 2018-19, el jardinero Narciso Crook fue el más consistente bateador de los Tigres (fletó seis triples, que es mucho) y su anhelo de debutar con el equipo mayor en el torneo otoño invernal no se vio cumplido. Pero lo comprendió.
“Obviamente, quería debutar el año pasado, pero había mucha gente (en los jardines) y se hizo un poco difícil; simplemente no hubo oportunidad”, se consuela ahora el jugador de 24 años, quien se aboca a debutar con el Licey este martes 15 de octubre contra los Gigantes del Cibao, en la Capital.
Con unos jardines sobrecargados con los Pablo Reyes, Yamaico Navarro, Jorge y Emilio Bonifacio, Engel Beltré, Raymer Liriano, el importado Michael Hermosillo y hasta su amigo y compañero de las Menores Arístides Aquino, Crook se resignó a pensar “en el año siguiente”.
Un año siguiente que ya llegó, el torneo 2019-20 que comenzó el pasado sábado 12 de octubre, para el que no tiene restricción de los Rojos de Cincinnati, por cuanto, su plan es estar aquí la temporada completa “y ganar un anillo de campeonato con este equipo”.
“Lo que pasó por mi mente fue, que este año que viene (verano pasado), quiero darme toda la oportunidad posible para poderlo hacer (debutar) y traté de hacer lo posible para tener una buena temporada en los Estados Unidos y venir aquí y hacer el esfuerzo, ganarme el puesto y jugar todos los días”, le dijo el nativo de Nagua a Juan Carlos Hidalgo para Licey Radio.
El hijo de un director de escuelas con su mismo nombre y madre también profesora en su natal Nagua, fue a vivir a Estados Unidos a los 12 años, en el Estado de New Jersey. Dice sentirse feliz de comenzar su carrera en la República Dominicana, “que es mi país”, una aclaración válida, puesto que hay quienes creen, que nació en Estados Unidos, solo que reside en esa nación.
Educado en la high school Rowan, New Jersey, fue seleccionado por los Rojos de Cincinnati en la ronda 23 del draft de 2013. Crook inició el verano de 2019 en Doble A, con Chattanooga, en la Liga del Sur, donde disputó 24 partidos; y escaló por primera vez a Triple A, con Louisville, de la Liga Internacional, con el que jugó 84 partidos.
Dice que para jugar, en lo físico busca tener su cuerpo preparado, sin dolores y ninguna afectación que le moleste “y listo para arrancar con to’, buscar juego, ganar y seguir pa’lante”.
Orgullo de jugar con Tigres
“Es un orgullo poder representar este equipo, esta franquicia de campeones. O sea, para cualquier jugador, no importa el talento o el nivel en que haya estado, creo que es un ejemplo el poder representarlo y ser parte de esta franquicia”, señala al ser requerido acerca de formar parte de un equipo tradicionalmente ganador como el Licey.
Cuestionado sobre el valor de la presencia en los Tigres de jugadores del pasado que son coaches, como Silvestre Campusano, Timoniel Pérez, Manny Martínez; el recién integrado excapitán Ronnie Belliar; el líder de jonrones de todos los tiempos Juan Francisco; y el de juegos salvado Jairo Asencio, dice que escucha sus consejos.
“Claro que sí”, reacciona. “Es una libra de experiencia que hay aquí: es increíble; a cada rato que puedo, tomo un consejo a cualquiera de ellos”.
Y suelta su elogio sobre Ronnie. “Belliard, que tenía tanto talento, tanta fuerza, caca vez que lo veo y le pregunto algo, me da su consejito y lo que sea, lo que me diga, me llevo de él; hay aquí mucha gente con experiencia y es bueno llevarse de esa gente”.
De Arístides Aquino
Narciso Crook habla de su relación con la sensación actual del equipo grande de los Rojos de Cincinnati, Arístides Aquino, quien le aumenta su motivación para alcanzar las Mayores.
“Estoy jugando con Aquino desde que firmé al profesionalismo, lo trato como un hermano”, dice del jardinero, también perteneciente al Licey y con quien anhela seguir jugando juntos, tanto en Grandes Ligas (que es un sueño para el año próximo), como con el Licey este campaña.
Afirma que son cosas que él y Arístides han hablado, hacer carrera juntos en las Mayores.
Y con el Licey, “estoy loco porque (Aquino) venga y se junte con nosotros, para poder jugar juntos y esperar que el año que viene podamos jugar en Cincinnati”, y estalla en risa de optimismo.
En un mensaje a los más jóvenes, apela a su filosofía: “Como siempre digo, siempre trabajen fuerte, buscar la manera de siempre estar positivos, (de) encontrar una oportunidad en el béisbol”.
Agrega: “Personalmente he luchado mucho por lo que he adquirido, y no es fácil; el camino es largo, pero nunca me he rendido, nunca me he dado por vencido, nunca me he tirado por el piso, siempre positivo y siempre le doy ese consejo a los más jóvenes”.
Este 2019 con Chattanooga, Doble A, bateó para .296 (21 hits en 71 turnos), con seis dobles y dos triples, anotó once carreras, impulsó seis, recibió cinco bases por bolas, porcentaje de embasarse (OBP) .342, recibió 18 ponches.
Con el Louisville, de la Liga Internacional chocó para .272 (75 imparables en 275 chances, con 10 cuadrangulares, 22 dobles y seis triples, 35 remolques, 38 anotadas, 19 transferencias, OBP .329, con 10 bases robadas, abanicó en 102 ocasiones.