NISHINOMIYA, Japón. – A pesar de que sus números no han sido los mejores hasta ahora, el toletero dominicano de las Águilas de Rakuten Luis Enrique Terrero confiesa estar muy contento por haber recibido la oportunidad de jugar en un país al que ya tenía tiempo queriendo venir.
Sentado en el dugout del famoso Estadio Koshien de Nishinomiya durante una práctica reciente de su equipo el caribeño le regaló unos minutos a Béisbol Japonés.com para ponernos al día con la actualidad de su carrera en el béisbol profesional japonés.
“Primero que nada, le doy las gracias a Dios por esta oportunidad. Estoy contentísimo de estar aquí porque tenía tiempo queriendo venir a Japón. Estuve a punto de venirme un par de veces en el pasado pero por alguna u otra cosa nunca se dio, así que ahora que finalmente llegué me siento muy bien”, explica con el tono cordial que lo caracteriza.
Rakuten le compró el contrato del latino a los Rockies de Colorado y lo firmó por una temporada con opción a otra más, de acuerdo a su rendimiento, cosa que el jugador tiene muy en mente. “Este es un gran reto para mí, yo ya he jugado en varios niveles distintos y mi meta es consagrarme en este nivel, por eso es que ahora mismo yo no quiero pensar en mi contrato sino en enfocarme en jugar bien y hacer mi trabajo”, señala.
Como a cualquier otro occidental el choque cultural lo ha afectado, pero gracias al apoyo de sus compañeros, sus entrenadores y de la gerencia del equipo su adaptación a la liga ha progresado rápidamente.
“El nivel de juego aquí es buenísimo. Se trabaja más que en los Estados Unidos y Latinoamérica y la disciplina no tiene límite. Eso es muy diferente para uno porque uno no está acostumbrado a eso. Uno más bien trata de disfrutar el juego y divertirse, pero aquí no, aquí es un trabajo y se trabaja todo el tiempo, se hacen evaluaciones, se hacen reuniones. Pero bueno, yo igual estoy muy contento y le pido a Dios que me ayude a divertirme”, comenta.
Luego de realizar una actuación aceptable en los entrenamientos primaverales, la dura realidad lo ha afectado en la temporada regular, en la que apenas batea para .149, con un jonrón y 7 carreras empujadas en 27 juegos. No obstante, el manager le ha seguido dando oportunidades de jugar, lo que es una muy buena señal.
“Me fue bien en los entrenamientos primaverales y desde que empezó la temporada he podido jugar a menudo, así que estoy contento. Lamentablemente, no he producido los mejores números hasta ahora, pero yo sigo trabajando duro para despertar y hacer lo que yo sé hacer para ayudar al equipo. Yo creo que el problema es que me he estado poniendo demasiada presión a mi mismo, he tratado de hacer más de lo que puedo, por eso es que las cosas no me han salido muy bien. Pero mis compañeros me han apoyado mucho y también mis entrenadores, así que poco a poco voy avanzando”, analiza.
Para su fortuna, cuenta con la compañía de otros tres jugadores latinos en el equipo, incluyendo a su compatriota y veterano de 10 campañas en la NPB José Fernández, de manera que no le han faltado consejeros para ayudarlo en su proceso de adaptación.
“Me siento muy contento por tener compañía latina en el equipo. La pasamos muy buen juntos y todos los días trabajamos duro para tratar de ayudar al equipo. Yo creo que cuando nos acoplemos bien y empecemos a jugar más en conjunto vamos a tener un muy buen año”, proyecta.
Luego de haber jugado en casi todos los niveles de distintas ligas de varios países, su meta no es otra que tratar de asentarse en la NPB, donde le gustaría quedarse jugando por varios años más.
“El sueño de uno es siempre jugar en las Grandes Ligas. Yo cuando vine para acá tenía un contrato con Colorado y este equipo le compró mi contrato a ellos, así que me vine para acá, pero igual esto me gusta mucho, me gusta el trato de la gente, me gusta la comida, me gusta el ambiente de la liga en general porque se parece mucho al de los Estados Unidos. Aquí es donde yo quiero estar, así que si puedo me gustaría quedarme por acá varios años más, con el favor de Dios”, concluye.
Por Claudio Rodriguez Otero