Hanley Ramírez y LeBron James probablemente no se conozcan, pero Oswaldo Guillén cree que si así fuera, tendrían muchas cosas en común que compartir.
“Hanley es como LeBron, si pasa algo malo (en el equipo) es culpa de LeBron”, dijo el nuevo mánager de los Marlins de Miami durante el tradicional almuerzo de los medios de comunicación previo al inicio de la pretemporada.
Y al igual que con el Heat de Miami en donde James tiene a Dwyane Wade y Chris Bosh a cada lado, Guillén espera que Ramírez se apoye en otros compañeros.
“Con el equipo que tenemos, él no tiene que ser el hombre del juego. Somos 25 peloteros y todos vamos a tener las mismas reglas”, señaló el venezolano. “En todo caso, de ahora en adelante cada vez que pierdan los Marlins la culpa será de Oswaldo Guillén. Aquí ganan 25 peloteros y pierde uno, el dirigente. No le tengo miedo a fracasar”.
El incombustible estratega reiteró que si bien Ramírez tendrá que pasar a nueva posición –del campocorto a la antesala en vista de la llegada de su compatriota José Reyes- sigue siendo la principal pieza del conjunto que dirige.
“Hanley es muy clave en este equipo. No importa qué tipo de peloteros traigamos. Hemos hecho un equipo alrededor de Hanley, aunque él no lo crea. Para que juegue mejor. Esperamos que esté listo para cuando empiecen los entrenamientos”, aseveró.
Ramírez fue operado del hombro izquierdo durante el receso de campaña y el alto mando del club espera que para el inicio del spring training esté totalmente recuperado. De hecho, el toletero derecho tomó prácticas de bateo en República Dominicana durante la pasada postemporada en el circuito invernal de su país. El jugador ha reiterado en varias ocasiones su molestia por el hecho de tener que moverse a otra posición.
Larry Beinfest, vicepresidente de operaciones de béisbol de los peces, señaló que Ramírez abrazará su nueva ubicación en el infield sin ningún problema.
“No hay ninguna preocupación de nuestra parte con Hanley jugando en la tercera base. Sabemos que lo hará bien”, expresó el ejecutivo.
Para Guillén, más allá de la molestia de Ramírez, que calificó de comprensible, su primer reto como dirigente de los peces será otro, uno que abarca más allá de un solo pelotero.
“Desde el primer día lo principal que hay que inculcarle a los jugadores que tienen aprender a ganar. Que los 25 jugadores, todos, tienen que jalar el mecate, que si bien hay que disfrutar y gozar, a todos nos están pagando para ganar. Al final prefiero tener a un pelotero malo que quiera jugar, que a tres buenos que no quieran”, advirtió.
LUIS E. RANGEL
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