Bóer a uno del titulo

MANAGUA, Nicaragua,-Se impuso el Bóer 7-6 después que lo inesperado apareció estrepitosamente en escena y fue decisivo, emocionando a más de 20 mil que oscilaban ruidosamente en las tribunas de ese agrietado estadio. ¡Ah el bateo pequeño, a veces tan dañino! Dos magistrales toques de bola, un wild, un flay de sacrificio y un hit bombeado, desequilibraron drásticamente un partido, que el terco y valiente Chinandega, mantenía 3-3 caminando descalzo sobre las brasas.
 
Esa ofensiva arañando pitcheos, que produjo cuatro carreras para proporcionar una ventaja por 7-3 en el cierre del octavo, permitió a los Indios resistir difícilmente una arremetida de última hora en el noveno, encabezada por el jonrón con bases limpias de Ronald Garth, y triunfar, colocándose a un paso del banderín, entre sismos y oleajes, sufriendo horas extras.
 
Fue llamativo el contraste entre un equipo, el Chinandega, que supo sacar el máximo provecho de las posibilidades que se le presentaron, y otro, el Bóer, que necesita algo más que bases llenas, para producir. ¡Cómo les cuesta a los Indios llevar gente al plato! Fue por eso que puede ser considerado genial, recurrir a “pellizcos” en busca de fabricar opciones.
 
No abrió Vicente Padilla y no lo hará en el resto de la serie por recomendación de su representante. Fue el curvista zurdo Douglas Argüello, quien enfrentó a Gustavo Martínez, con el Bóer adelantándose 2-0, y los occidentales respondiendo con el jonrón de dos carreras de Wilson Batista en el quinto. Triple de Holmann y doble de Campuzano proporcionaron a la tribu la pequeña ventaja por 3-2, pero Chinandega empató contra Diego Sandino por infield hit de Flores con dos outs, robo de segunda y hit corto de Marín.
 
El público rascaba sus cabezas, cuando Joseph abrió el cierre del octavo con hit al centro, y tanto Campuzano como Calderón, consiguieron embasarse tocando pelotas apropiadamente, llenando los costales. Un wild quebró el empate 3-3 y movió a los corredores. Bolearon a Vázquez para trabajar a Veras, y un elevado impulsó a Campuzano para el 5-3. Pasaporte a Camilo, hit productor de Elmer Reyes y jugada de escogencia con Marlon Abea aterrizando en primera, aumentando la diferencia 7-3.
 
Tranquilidad divino tesoro, pensó la multitud tratando de salir de la esfera del suspenso, pero de inmediato regresó a la incertidumbre, cuando Chinandega, estimulado por el jonrón de Ronald Garth, atacó a José Luis Sáenz quien salió lastimado, y también a Berman Espinoza, estrechando la pizarra 7-6. Amenazante, el empate estaba en segunda haciendo señas, cuando Luany Sánchez y Esteban Ramírez se poncharon, dejando a los occidentales al pie de la fosa.
 
No había tantas pastillas calmantes para 20 mil aficionados, pero no hay mejor sedante que la victoria. No importa cuánto se haya sufrido.

 

Por Edgar Tijerino M 
El Nuevo Diario

 
CREDITOS DE LA FOTOGRAFIA
Mario Holmann impide una doble matanza pese al esfuerzo de Iván Marín. Arriba, Berman Espinoza y Marlon Abea celebran el triunfo. Fotos: Miguel molina / end
 

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