La seguridad en los estadios (18oct11)
Los conceptos emitidos en esta sección son de la exclusiva responsabilidad de su autor.
Ya arrancó la temporada 2011-2012; ya vamos por la cuarta fecha. Los vaticinios del Presidente de la Liga están cargados de optimismo. “Este será un señor torneo”, dijo. Y parece que sí.
Santo Domingo será la sede de la Serie del Caribe 2012. El parque Quisqueya tiene una cara muy diferente a la de años anteriores. Ha habido un upgrade de los antiguos bleachers, nueva fachada y nuevas secciones privadas en la parte posterior del grand stand, aunque desaparecieron los banderines y los números retirados de los Tigres del Licey.
La entrada luce diferente, los vendedores han sido alejados de dicha entrada, los locutores del estadio tienen ahora su cabina privada, antes tenían una mesita dentro de las gradas, la publicidad es abundante lo cual es sinónimo de buenos ingresos, en fin.
Desconocemos si la reingeniería llegó a los baños así como al servicio continuo de agua y papel en los mismos, y lo desconocemos porque usualmente evitamos visitarlos. Nos imaginamos que también debe haber llegado pues si lo que vemos fuera de los mismos es positivo no tenemos razones para suponer lo contrario.
Sin embargo, el título de esta columna apunta hacia otro tema: la seguridad en los estadios, principalmente en el Quisqueya y en el Cibao, por ser Santo Domingo y Santiago las ciudades que son.
Seguridad por qué? Es muy simple. Quienes asisten a las actividades de masas son un fiel reflejo de las sociedades en que viven. Y hoy por hoy la seguridad física es un dolor de cabeza para todos los ciudadanos dominicanos, especialmente los residentes en las grandes ciudades.
Ya los ladrones no solo roban. Ahora también violan, raptan y matan. Así, sin miramientos, sin necesidad, gratuitamente, “just for the sake of it”, como dirían los gringos, por el simple gusto.
Seguridad en los estadios? En cuales áreas de los estadios?. En todas diría yo, hasta en las que están fuera de los estadios mismos. Y cómo es eso?
Me refiero a la Tiradentes, a la Avenida San Cristóbal, a la Pepillo Salcedo y demás calles de acceso al Quisqueya. Como el estadio ha sido remodelado pero la ciudad no (he escrito varios artículos que indican que al Quisqueya hay que sacarlo de ahí), en los juegos medianamente buenos los tapones estarán asegurados, y en mar revuelto, ganancia de pescadores.
Y las áreas de estacionamiento? Estarán todas iluminadas? Permanecerán todas iluminadas durante toda la temporada? Habrá vigilancia suficiente y no contaminable? O existe el peligro de que haya policías asociados con sicarios? Me preocupa más mi vida que mi vehículo.
Y en las gradas y pasillos de circulación durante juegos concurridos? Podrán ser detenidos los carteristas? Tengo el record negativo de haber sido cartereado en dos juegos consecutivos: en el último juego de una serie final ganada por el Licey y en el juego inaugural de la temporada siguiente. Até cabos, detecté elementos comunes y aprendí cómo operan: andan en parejas; uno te choca por delante “sin darse cuenta” mientras el otro te saca la cartera por detrás.
Y los baños, sobre todo cuando asisten tres gatos a los juegos? Habrá seguridad permanente dentro de los mismos, o existe el riesgo de que nos acompañe un “padre de familia” que necesite robar para atender sus vicios?
Y el transporte público? Estará controlado o estará a cargo del primer fenatrano o fenatrado que pase o llegue? Será suficiente para garantizar que todos los peatones lleguen a sus hogares en un tiempo razonable después de los juegos no importa en cual sector de la ciudad estos hogares se encuentren o se corre el riesgo de tener que esperar “horas muertas” hasta que aparezca uno?
Saben qué? No les parece curioso que cuando se inauguró el Quisqueya hace más de 50 años el país tenía menos de 3 millones de habitantes y el estadio se llenaba en juegos de la serie regular, y ahora con casi 10 millones de habitantes no se llena ni siquiera en las series finales? Ese es y ha sido tema de otras esquinitas.
Retornando al tema de la seguridad y para concluir, estamos completamente seguros que los directivos de la liga y los directivos de los equipos, los cuales no están ausentes a los problemas de nuestro país, tomarán las medidas de lugar para cuidar de todos los detalles señalados.
Sería una verdadera lástima que ocurrieran percances en las áreas de los estadios que alejaran todavía más a los fanáticos de los mismos, y el efecto negativo sería todavía mayor si ocurrieran durante la Serie del Caribe con visitantes extranjeros como víctimas.
mgilmejia@gilmesa.com