JUBEY, Boca Chica (Licey.com).- En los primeros días de los campos de entrenamiento, el ritmo de los bateadores debe ser lento y controlado.
Así lo manifiesta el coach de bateo de los Tigres del Licey, Francisco Morales, al ser entrevistado por Sussy Jiménez para LiceyTV.
“Tenemos que llevar a los muchachos a un ritmo un poquito controlado ya que la mayoría acaba de venir de una temporada larga en los Estados Unidos”, dice Morales, quien entra a su segunda campaña en esas labores con el equipo azul.
En la serie regular pasada, los Tigres fueron segundos en la liga en cuadrangulares (32) y triples (15), pero su porcentaje de bateo fue de apenas .233, aunque empujaron 190 carreras (segundos) y anotaron 206 (terceros).
“Al principio estamos tratando que los muchachos vayan a un ritmo medido para que las prácticas no se hagan tan largas y podamos tener un entrenamiento bueno y sano”, agrega el coach.
En el Round Robin, la ofensiva del equipo anotó la segunda mayor cifra de carreras con 71, aunque solo conectó para .236 en el promedio de bateo. Quedó co-líder en triples (4).
“En una liga donde la temporada es tan corta tienes que tener peloteros que se embasen, que hagan contacto ya que hay que producir y ganar juegos los más pronto posible. Por eso creemos mucho en las estadísticas de porcentaje de embasamiento y de la relación entre las bases por bolas y los ponches recibidos”, añade Morales.
En la final, el Licey bateó para .228, 10 puntos menos que su rival que también lo superó en anotadas y remolcadas, pero los batazos azules se produjeron –en su mayoría- a la hora buena.
“Mi satisfacción personal –además de haber ganado el título- fue que la ofensiva respondió a la hora buena con batazos oportunos como los de Juan Francisco, Lew Ford, Félix Pérez. Al final la ofensiva pagó el trabajo de más de tres meses atrás”, dijo.
Por Alex Rodríguez