OFFERMAN HA TENIDO OFERTAS PARA DIRIGIR; PERO LA SALUD ES PRIMERO

Por DiMaggio Abreu

SANTO DOMINGO (Licey.com).- José Offerman forma parte de un círculo especial que hizo méritos para que se lo defina como figura emblemática de los Tigres del Licey. Una categoría ganada con la seriedad que se entregaba cuando vestía la casaca azul de jugador, en cuya madurez fue además consejero de los más jóvenes y en su trabajo como dirigente buscaba sacar lo mejor de sus pupilos.

Gracias a esos atributos contribuyó a la obtención de cuatro coronas nacionales como jugador en la liga invernal, cuando su carrera de 15 años en las Grandes Ligas se lo permitía; y dos como dirigente (la primera compartida como jugador) del más exitoso conjunto de la Liga Invernal dominicana, el de las gloriosas cinco letras.

«El trabajo hay que respetarlo y siempre llevé esa seriedad al juego; hacer las cosas lo mejor posible y ese espeto es lo mejor que pensaba que podía hacer y mantuve eso siempre», expresó Offerman cuando se le reconoció que en sus días de jugador, solía debutar con el Licey en la precisa fecha que había anunciado.

Entrevistado desde su residencia por Ildefonso Ureña para Licey TV y las redes sociales del club, el nativo de San Pedro de  Macorís, 51 años, habló de lo involucrado que estuvo con los muchachos del llamado «equipito» en su condición de veterano; de sus consejos a los que iban llegando como D’Angelo Jiménez, Timo Pérez, Ronny Belliard, quien arribó al conjunto cuando todavía estabanTony Fernández y él en activo.

Tambien se refirió al tiempo en el que coincidió en el Licey con Fernández, ambos como defensores del campo corto. «Fue una relación lo bastante bien, con mucho respeto; yo respetaba y admiraba a Tony, una persona que todos respetamos y seguíamos», apuntó.

«Uno trataba de hacer las cosas que él hacía, un excelente jugador y nuestra relación fue bastante buena», concedió. Y recordó que ambos venían de la misma ciudad y además, sus familias se conocían desde tiempo atrás de ser jugadores profesionales.

 

Offerman habló del inicio de su carrera, de su llegada al Licey en 1992 junto a Pedro Martínez por siete jugadores, incluido George Bell, después de actuar sus primeras dos campañas con los Azucareros, hoy Toros del Este.

Campeón con los Tigres en 1993-94, 2003-04, 2005-06, 2008-09 (manager-jugador) y 2013-14 como dirigente, a Offerman le resulta difícil elegir un momento como el mejor con el equipo.

«Tuve la dicha de caer en una franquicia como la de los Tigres del Licey, donde he tenido muchos momentos buenos… y es difícil elegir uno en específico», evadió.

Argumentó que estar en una franquicia que constantemente está en la final, con la alegría de una fanaticada como la del Licey, son muchas las emociones que se viven.

Aunque trató de establecer diferencia entre la sensación que se siente ganar como jugador y dirigente, concluyó que «el sabor es casi el mismo».

Expuso que como jugador hay que concentrarse en lo que se debe aportar al equipo para ganar y cohesionarse con los compañeros; y como dirigente, en tratar de sacar lo mejor de los jugadores, «pero el sabor es casi el mismo: cuando uno gana es la mejor emoción, como atleta o como dirigente».

 

Ofertas y cáncer

José Antonio Offerman Mercedes aseguró que ha recibido ofertas para dirigir, inclusive en la liga invernal dominicana, pero las ha rechazado, porque su prioridad es concentrarse en su salud.

«Sí, sí  he tenido ofertas. Incluso aquí mismo, en el país, se me han acercado para que cruce a dirigir otro equipo de la Liga, pero el respeto hacia el juego no me permite aceptar nada de eso», sustentó.

«Tengo que concentrarme más en mi vida personal, en la salud», sentenció. Agregó  que está pasando por un proceso por el cual tiene que concentrarse al 100% en su salud, pues si está dirigiendo, entonces tendría que atencionar más al juego.

Confesó que se trata de un cáncer de próstata, por el que tuvo una cirugía, la mejoría está bastante adelantada y tiene que seguir en el tratamiento para sacar por completo la parte dañada.

«He tenido que pasar por esto; uno se descuida y no me chequee cuando debí», reconoció, pero que se pudo operar y falta completar el proceso de cura.

Basado en su experiencia, urgió a los hombres a realizarse el chequeo de próstata tal como recomiendan los especialistas, a fin evitar una situación como la suya, debida al descuido.

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